jueves, 11 de abril de 2013

El Caballero de la armadura oxidada


Este libro destaca por sus intenciones didácticas acerca de la vida y sus valores. Robert Fisher escribe de forma metafórica sobre lo realmente importante y ciego para nuestros ojos.
            El doble sentido que esconde este libro es religioso. La figura de Merlín, hace referencia a la de Dios, que guía al caballero por el camino correcto de su vida. El caballero, encarna a toda la humanidad: con fallos, con necesidad de aprender y ceguera ante sus errores. Los animales que le acompañan en la travesía, son el espíritu santo que nos custodia. Su mujer y su hijo, hacen de recompensa por su sacrificio, el cielo, que siempre nos espera.
            Está claro que este libro nos hace reflexionar a cerca de nuestras vidas, y razonar si vamos por el camino correcto. También nos recuerda que Dios (Merlín) siempre estará ahí para enderezarnos y ayudarnos.
            El escritor, nos explica la creencia cristiana de manera simple a través de esta corta historia. Conocernos a nosotros mismos y quitarnos nuestra “armadura” es lo que pretende con este libro.
            
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Jaime M

jueves, 4 de abril de 2013

El deber de los derechos humanos

Hoy en clase hemos estado hablando sobre los derechos humanos, en los que la mayoría hemos estado de acuerdo con ellos. Pero se nos planteó que así como hay derechos, ¿debería también haber deberes humanos?
A esta propuesta, la mayoría también afirmó que sí, que era lo mas justo. El profesor, a continuación, pidió como trabajo voluntario elaborar dicha lista de deberes humanos. Al ponerme a escribirla, me dí cuenta que la existencia de estas dos listas: de derechos y deberes humanos, era utópica por lo siguiente:

Solamente con el nombre "deber" ya estas exigiendo a la sociedad algo, todas las personas tienen el derecho a la libertad, luego estarías violando ya este derecho.Para mi, un deber importante seria: "Cuidar los padres a sus hijos hasta que tengan la mayoría de edad, alimentarlos, educarlos etc, así como los hijos a sus padres, cuando no puedan ser independientes". No creo que un padre renuncie a alimentar a su hijo o despegarse de él, aunque habrá casos, pero sí un hijo de su padre. Un hijo, no tiene porqué cuidar de su padre y muchas personas no lo hacen. Este deber estaría criticado por muchas personas ya que está en contra de la libertad de un hijo de hacer lo que quiera.

Es muy probable, que si un padre es alcohólico, el hijo tendrá traumas de mayor o también sea alcohólico. Es decir, el padre tiene deber de dar ejemplo a su hijo, y su hijo tiene derecho de tener un padre ejemplar.

A partir de este ejemplo, concluyo que el único deber que tienen los seres humanos, es respetar los derechos humanos.


Jaime M

miércoles, 27 de febrero de 2013

El dinero no da la felicidad, pero prefiero llorar en un Ferrari


"Las cosas más importantes en mi vida son: el dinero que tengo y los placeres que me da el dinero" Chuck Bass

Querido pobre,

¿Qué el dinero no da la felicidad? A veces me pregunto quién habrá dicho esa chorrada de frase. Es obvio que sí que la da. Vamos, ¿quién no quiere tener dinero?, estar forrado. Yo quiero, y creo que todo el mundo piensa igual que yo, bueno, menos los que se retiran a la vida espiritual y algún otro personaje de por ahí.

Planteándome mi futuro estos días, llegué a la conclusión que la sociedad está encaminada hacia el mismo objetivo: forrarse.
Estudias en el colegio para entrar en una buena universidad de la que, más tarde, saldrás formado para ponerte a trabajar en una buena empresa, cuyo puesto de trabajo esté bien remunerado. Es decir, todo gira al rededor del dinero. Cuanto más mejor.

Yo ya estoy forrado, lo que quería, bueno estoy en ello porque todavía no me he echo con el último "Ferrari 360 módena".



Un abrazo del hombre que no entiende de que va la vida.

PD: Si ves al amor, dile que se acerque por mi mansión.


Jaime M

lunes, 25 de febrero de 2013

Evitar lo inevitable

¿Un mal día? Eso sí que es gracioso. Simplemente increíble lo egoistas que podemos llegar a ser. Siempre pensando en lo que no tenemos, en lo que nos falta, en lo que necesitamos. Quejándonos de lo que nos parecen "días malos". No somos conscientes de la suerte que tenemos de tener como "días malos", días en los que discutimos con amigos, nos salen mal exámenes, o simplemente, nos sentinos de bajón sin razon alguna. 
Preocupándonos por cosas que nos parecen importantes, que nos parecen tener algun tipo de importancia real en la vida cuando no son mas que chorradas

Un mal día de verdad es el que todo el mundo debería tener, o por lo menos presenciar, para darse cuenta de lo que de verdad importa, lo que de verdad nos afecta y de la suerte q tenemos todos de tener días buenos. Somos así de inconscientes que hace falta que pasen cosas horribles para darnos cuenta de lo que realmente importa en la vida. ¿No somos capaces de parar tan solo un segundo nuestra vida, analizarla, meditarla, dejando de lado nuestros intereses? No. Porque no. Somos demasiado egoistas, somos demasiado ignorantes y, sobretodo, somos demasiado inconscientes. Inconscientes en todos los sentidos. No nos damos cuenta del daño que causan nuestras acciones hasta que ya han provocado consecuencias irreversibles. No hay nada que más impotencia provoque en una persona que no poder cambiar sus actos. No poder cambiar un presente que tan solo instantes atrás era un futuro reversible, modificable. Deberíamos tener la capacidad de preveer esas consecuencias,no estoy hablando de errores, los errores están y estarán siempre. Estoy hablando de las bobadas que llegamos a cometer por pensar en uno mismo por no saber valorar lo que tenemos. Como ya he dicho, no hay nada que podamos hacer ante algo irreversible pero, ¿porqué no evitar que ocurra lo irreversible?




Esta es mi filosofía









Jaime M

La verdadera realidad

 Llegado un momento de nuestra vida, nos damos cuenta de quién realmente somos. Dejamos de lado todo prototipo de persona que queríamos ser, y nos fijamos un objetivo: Hoy voy a ser yo. Objetivo que, trás una vida entera ocultando tu verdadera personalidad, no debe ser muy fácil de cumplir. 

Cuando te das cuenta de esto, y de su irreversible solución, empiezas a fijarte en la forma de ser de los demás, percatándote de detalles que en la vida te habías fijado. De esta manera, creamos una especie de mundo paralelo a la "realidad", en el que intentamos descubrir la verdadera esencia de todo: de cada persona, de cada momento, de cada lugar... Pero nos olvidamos de la base de la que partimos; Cada cosa, cada lugar, cada momento, cada persona puede estar siendo algo que en realidad no es. Puede ser todo mentira o simplemente un intento de ser algo diferente, algo mejor. Pero lo que nadie sabe es que no hay nada mejor que un todo real, un mundo en el que cada cosa, cada momento, cada lugar, cada persona muestre su verdadera forma, sin complejos, sin ataduras, sin acciones que nos lleven a encerrarnos en nosotros. Y darnos cuenta poco a poco que vivimos en un mundo ficticio, en el que creemos conocer y comprender todo, pero no sabemos ni como somos cada uno.







Jaime M

Lo que de verdad importa

Hay un momento de nuestras cortas vidas en el que nos preguntamos simplemente todo. ¿Quienes somos?, ¿qué hacemos?, ¿a dónde llegaremos? Preguntas del pasado, del presente, pero sobre todo del futuro. Un futuro que desconocemos y, por lo tanto, del que dudamos. Un futuro lleno de sorpresas que acabará dándonos la respuesta a esas preguntas. Hay una cosa que todo el mundo tiene en comun: Nadie quiere vivir un futuro solo. Así que deberíamos dejar de preocuparnos por no saber responder a nuestras preguntas, y empezar a preocuparnos con quién llegaremos a resolverlas. 

Con esta entrada quiero resaltar la importancia de la amistad, de nuestra familia y de las personas que queremos porque ellos son todo. 





Jaime M

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Debería todo el mundo tener acceso a la universidad?

En España, todo el mundo tiene acceso a la universidad siempre y cuando tu nota en selectividad sea de cuatro o mayor, sobre 14. Es decir, con tener un dos con ocho sobre diez estás dentro de una universidad. En otros países de Europa, por no decir todos los demás, esto no es posible y el ir a la universidad es solo para los "mejores". Esto garantiza una mayor cualificación de los alumnos, ya que hay menos alumnos por clase. Además, al salir de la universidad, los aspirantes a un puesto de trabajo de responsabilidad solo serán personas altamente cualificadas y aptas.

En España va todo el mundo a la universidad, esto produce una saturación en las universidades, lo que  supone una mayor inversión del estado que, por supuesto afecta a nuestro bolsillo, en forma de impuestos. Luego, ¿debería ir todo el mundo a la universidad? No voy a responder a esta cuestión, sino que contaré una pequeña historia y que saquen ustedes sus propias conclusiones.

Soy Javier, un alumno de tercero de carrera, estudio en la universidad complutense, ciencias políticas. Teóricamente en mi clase somos doscientos alumnos, a mi me llaman "ciento veintitres". De los doscientos que somos, vamos a clase todos los días o intentamos ir, unos cincuenta. Los demás siempre buscan excusas, y total, como no pagan a los profesores ni la universidad, pues les da igual. De los cincuenta que vamos todos los días, veinticinco no deberían estarlo, pues no saben ni cual es la capital de Italia. Con ellos perdemos un montón de tiempo en explicaciones. De los veinticinco que quedamos, solo diez somos los que de verdad queremos sacar algo de esta carrera. Aspiramos a entrar en la escuela diplomática, vamos a academias de idiomas... En conclusión, de los doscientos que somos en el horario de mañana, diez somos los que de verdad, y en mi opinión, deberíamos estar sentados en el aula.

Con esta historia tomen sus conclusiones, pero para finalizar quiero mencionar lo que supondría un ajuste en la educación y la prohibición del acceso de todo el mundo a la universidad. A la hora de buscar trabajo, cada persona estaría en su nivel, y no habría ingenieros vendiendo hamburguesas. El personal estaría mas preparado, y las empresas, por lo tanto, mejorarían su nivel. Los que no entren en la universidad podrán acceder a una formación profesional, que les llevaría a obtener trabajos y competir entre ellos mismos y no con ingenieros, abogados, arquitectos etc que aplican al mismo puesto de trabajo. Por último, los que no quieran estudiar ni trabajar, que no lo hagan, pero que nuestro dinero no sea un gasto innecesario. El estado invertiría el dinero en aquellos alumnos que destacan y sería propiamente una inversión, y no un gasto como es ahora.

Pero ¿quien haría esa reforma tan arriesgada? Al fin y al cabo supondría un "escándalo" social y el gobierno sufriría un descenso de votantes o afiliados, ya que la sociedad española, o la mayoría de ella, por mucho que tengan carreras y todos tengan algún grado universitario son unos incompetentes, y no se dan cuenta que es lo mejor para el país y para ellos mismos.






Jaime M