domingo, 20 de enero de 2013

Solo tienes que encontrar tu rosa

 "Sois bellas, pero estáis vacías. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa que he regado(...) Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Porque ella es mi rosa."Antoine de Saint-Exupéry.
 El autor quiere resaltar la maravilla de la amistad o de sentimientos más allá de ella. A lo largo del libro, el autor critica algunos aspectos de la sociedad adulta, y lo hace de una forma maravillosa. El fondo de esta parábola es describir el sentimiento que se tiene hacia una persona especial, ya sea: un amigo, una mujer o un padre, con la que has establecido unos lazos muy fuertes. Como bien dice, haces que esa persona sea única e irremplazable. El tiempo que "se pierde"por un amigo, hace que sea especial."El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante".
 A partir del momento que "haces de una rosa tu rosa" tienes que cuidarla y entregarte. Es importante encontrar a esa persona, porque así serás feliz. Algunos lo encuentran en mujeres, otros en amigos, otros en algún ser sobrenatural. Pero solo encontrando tu "rosa" serás plenamente feliz. Porque no te importa entregarte, y porque solo cuando estas con ella, tú eres feliz. No hace falta que sea un "estar" físico también mental, pues siempre te acompañará. "
 Siempre me he preguntado la razón que mueve a esas personas sumamente religiosas, ya sean, sacerdotes o laicos, que hacen verdaderos sacrificios por quien creen ¿Por qué adoran a un ser que ni siquiera conocen? ¿Por qué lo entregan todo por Él? Yo sinceramente, no podría explicarlo, pues no formo parte de ese grupo. Dándole vueltas, he podido, solamente, hallar una solución racional. Ahora sé, que alomejor esas personas ya han encontrado su rosa, pues son las más felices.

Jaime M

domingo, 13 de enero de 2013

Recuerdos de una historia pasada

 Un viernes por la tarde, en el bar de siempre con tus amigos, todo pinta bien. Hay mucha gente, música y bebidas. Siempre se quiere desconectar después de los exámenes. Todo estaba perfecto hasta que la vi. Hoy estaba diferente. No me pasó lo típico de tener mariposas en el estómago ni se me paró el corazón, pero tuve la necesidad de ir a hablar con ella. Después de unas cervezas, me empezó a contar su vida. Parecía surrealista pero éramos iguales y desde luego diferente de lo que me habían contado de ella. Me gustaba, eso estaba claro, pero sabía que ella estaba en una situación delicada y que no podíamos dejarnos llevar. A veces eso es lo que más apetece, dejarse llevar, olvidarse de todo por un momento, pero había motivos por los que no podíamos. Éramos dos jóvenes sin saber que hacer, pero si sabíamos lo que sentíamos. En esos momentos se me pasó de todo por la cabeza y estaba bloqueado. ¿Por qué no iba a poder hacer lo que quería? Estaba decidido, la cogí y me la llevé. Estábamos los dos solos y sobraban las palabras.
 Al día siguiente concluimos en que había sido un error. Ella tenía novio y yo estaba entre lo que debía y lo que quería hacer ¿había merecido la pena? desde luego que sí, pero la deje escapar. Ahora la miro diferente, no nos decimos nada pero lo nuestro fue especial y será nuestro secreto.

 Dedicado a un gran amigo,

 Jaime M


Buscando momentos únicos


    ''In this crowded world the surfer can still seek and find the perfect day, the perfect wave, and be alone with the surf and his thoughts''. John Severson. 1960. 
   El surf es una forma de vida solo apto para aquellos que están preparados a ser lo que realmente quieren. Es una constante entrega que requiere mucho sacrificio. Tu vida se basa en la tabla y el mar y no cabe espacio para nada más. 
   Cuando estas en el mar durante horas incontables tu tabla se hace tu mejor amiga, se pierde la noción del tiempo y buscas ese momento indescriptible, porque a pesar de la experiencia te pones nervioso y se te acelera el corazón. El momento esperado llega y ves la serie de olas, esas olas que te darán un momento de gloria, tu momento. Es ese momento, el buscado, el soñado y por el que todo vale la pena. Al coger la ola la haces tuya y solo piensas en ello. Son esos escasos segundos por lo que darías todo. Y lo haces, te entregas a la ola y la mimas, porque no va a haber otra igual, porque es por ella todo el tiempo esperado, todo el sacrificio, todos tus propósitos. De pronto se acaba y extasiado por la satisfacción vuelves a tu posición, a tu sitio, donde perteneces, en el que estas tú, la tabla, el mar y tus pensamientos buscando de nuevo la sensación de perfección.

   Jaime M